El Real
Madrid quiere asestar un golpe definitivo al “Grupo de la muerte”, que lidera
tras derrotar a Manchester City y Ajax, en su difícil visita a Dortmund ante un
Borussia siempre respaldado por su fiel afición, en un estadio ahora llamado
Signal Iduna Park, antiguo Westfalenstadion, de gran recuerdo para el
madridismo.
La primera
visita en Champinos League al Borussia acabó en la conquista de la “Séptima”
Copa de Europa que rompía una larga sequía para el madridismo. Fue la temporada
1997-98 cuando en semifinales, el 2-0 del Santiago Bernabéu, con goles de
Fernando Morientes y Christian Karembeu, fue bueno para el equipo entonces
dirigido por Jupp Heynckes para empatar sin goles en Dortmund y alcanzar la
soñada final.
Ahora, el
estadio en el camino glorioso a la “Séptima” lo quiere volver a conquistar el Real
Madrid rumbo a la deseada “Décima” que se resiste y que el madridismo ha
sentido más cerca tras dos años consecutivos quedándose a puertas de la final
con José Mourinho como técnico.
El portugués
inventó una nueva demarcación para Michael Essien para no tirar de la cantera,
la de lateral izquierdo, y ante la plaga de bajas defensivas que le dejaron los
partidos de la selección se espera que el centrocampista ghanés repita
posición. Esto provoca que Sergio Ramos se desplace a la banda derecha y Rafael
Varane se mantenga como pareja de Pepe en el centro de la zaga.
El Real
Madrid llega al Signal Iduna Park sin los tres jugadores de la primera
plantilla que pueden actuar de lateral izquierdo. Con Marcelo, Fabio Coentrao y
Álvaro Arbeloa lesionados, pero recupera a un futbolista importante en el
centro del campo como Sami Khedira, buen conocedor del fútbol alemán, que
aumentará el músculo en la medular respecto al último partido liguero.
Mourinho
apostó por juntar a Modric, Özil y Kaká. El resultado de la prueba no le
convenció. De los tres solo puede jugar ahora uno. Todo indica a que será Mesut
Özil, con el regreso a la titularidad de Ángel Di María y Karim Benzema.
Mientras, el
Borussia Dortmund llega al duelo contra el Real Madrid con la resaca derivada
de la derrota en el derbi ante el Schalke y con varios problemas de lesiones
que hacen que el equipo de momento tenga dificultades para alcanzar su mejor
versión.
El polaco
Jakub "Kuba" Blaszcykowski, normalmente una pesadilla para los
contrarios por la banda derecha, es baja segura por una lesión de rodilla. El
centrocampista Ilkay Gündogan es duda por problemas de espalda al igual que el
lateral izquierdo Marcel Schmelzer con un hematoma en el pie.
Mientras que
para la probable baja de Gündogan el entrenador Jürgen Klopp tiene varias
opciones, como Moritz Leitner o Sven Bender, la baja de Schmelzer parece
producirle más dolores de cabeza. En la plantilla hay otro lateral izquierdo,
Christian Löwe, pero Klopp no quiso recurrir a él ante el Schalke y prefirió apostar
por un experimento de defensa de tres hombres, que resultó fallido e hizo que
en el equipo cundiera la inseguridad.
Nadie espera
que lo repita ante el Real Madrid. De momento, el Dortmund reza porque
Schmelzer esté mañana a punto. Si las oraciones no son escuchadas, una opción
sería improvisar con Kevin Grosskreutz como lateral izquierdo.
Tras la
derrota ante el Schalke, su afición espera ahora una reivindicación ante el
Real Madrid, equipo al que, según el capitán Sebastian Kehl, se respeta pero no
se teme. "Naturalmente respetamos al Real Madrid pero no vamos a cambiar
camisetas antes del partido".
En las 23
visitas previas del Real Madrid a Alemania, sus números no son buenos. Ha
encajado 16 derrotas y solo consiguió una victoria, un 2-3 ante el Bayer
Leverkusen en la temporada 2000/01.
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